Apreciado Andreu:
"Nissan Motor Ibérica: Los japoneses". Ese es el anuncio que me marcó a mí. ¡Los japoneses! Dicho con aplomo, con firmeza, apelando a una admiración y, ¿por qué no decirlo, Carmen? a un cierto terror amarillo. Me los imaginaba a todos ellos, incontables y apiñados, diseñando motores precisos y potentes, y también maneras de torturarme de una forma lenta y dolorosa. Los japoneses. Hace dos años pude viajar a Japón y eran personas normales, ya ves qué cosas...
Pero por favor, no me saques el tema de los coches voladores. Estamos en 2010 y se puede volar, es cierto, pero no en coche, sino en avión, y a cambio de esperas, incomodidades, vejaciones y algún que otro esporádico tacto rectal. El futuro ya no es lo que era. Al final va a pasar que tiene razón el calendario islámico. Para el Islam estamos en el año 1431. Así que puede que aquí hayamos estado haciéndonos nuestras "mental straws" (1) sobre el año 2000 y lo que vendría tras él mientras la mitad del mundo pensaba "vaya panda de flipaos, os vais a llevar un chasco...".
Vidas paralelas. Actitudes equidistantes. Seguramente cuando te diste cuenta de que estabas haciendo una barbacoa en el día más caluroso de los últimos 40 años de Barcelona pensaste algo así como: "¿habrá alguien más imbécil que yo en el mundo?". Querido amigo, ese fue precisamente el día que yo escogí para llevar a cabo la primera mudanza en los últimos 15 años de mi vida (un tema del que hay que hablar, la mudanza, pero quizá otro día, o en otro sitio). Y yo pensaba, a mi vez: "¿habrá alguien más imbécil que yo en el mundo?". Cómo me alegra saber que ahí estuvimos, interpretando una nueva versión, en clave capulla, de la pelicula "algo para recordar". Yo me siento un poco mejor ahora. Bueno, no.
Creo en Dios, sí. Vaya pregunta dejas caer al final, como quien no quiere la cosa. Ah, por cierto, se me olvidaba ¿tú crees en Dios o qué? Grandes artistas han escrito bibliotecas enteras, llenado pinacotecas y rodado filmografías sobre el tema y tú me lo dejas caer al final de una carta en que hablas de Balay, coches voladores y barbacoas. ¿Qué se supone que debería responder a esto?
Creo que sí (aunque debería desarrollarlo más).
P.D.: Te dejo a deber un desarrollo más exhaustivo de mi creencia en Dios y un sueño que ya llevaba acumulado de una carta anterior.
(1) Es inglés. Si no lo sabes búscalo en www.wordreference.com no seas "big eggs".
"Nissan Motor Ibérica: Los japoneses". Ese es el anuncio que me marcó a mí. ¡Los japoneses! Dicho con aplomo, con firmeza, apelando a una admiración y, ¿por qué no decirlo, Carmen? a un cierto terror amarillo. Me los imaginaba a todos ellos, incontables y apiñados, diseñando motores precisos y potentes, y también maneras de torturarme de una forma lenta y dolorosa. Los japoneses. Hace dos años pude viajar a Japón y eran personas normales, ya ves qué cosas...
Pero por favor, no me saques el tema de los coches voladores. Estamos en 2010 y se puede volar, es cierto, pero no en coche, sino en avión, y a cambio de esperas, incomodidades, vejaciones y algún que otro esporádico tacto rectal. El futuro ya no es lo que era. Al final va a pasar que tiene razón el calendario islámico. Para el Islam estamos en el año 1431. Así que puede que aquí hayamos estado haciéndonos nuestras "mental straws" (1) sobre el año 2000 y lo que vendría tras él mientras la mitad del mundo pensaba "vaya panda de flipaos, os vais a llevar un chasco...".
Vidas paralelas. Actitudes equidistantes. Seguramente cuando te diste cuenta de que estabas haciendo una barbacoa en el día más caluroso de los últimos 40 años de Barcelona pensaste algo así como: "¿habrá alguien más imbécil que yo en el mundo?". Querido amigo, ese fue precisamente el día que yo escogí para llevar a cabo la primera mudanza en los últimos 15 años de mi vida (un tema del que hay que hablar, la mudanza, pero quizá otro día, o en otro sitio). Y yo pensaba, a mi vez: "¿habrá alguien más imbécil que yo en el mundo?". Cómo me alegra saber que ahí estuvimos, interpretando una nueva versión, en clave capulla, de la pelicula "algo para recordar". Yo me siento un poco mejor ahora. Bueno, no.
Creo en Dios, sí. Vaya pregunta dejas caer al final, como quien no quiere la cosa. Ah, por cierto, se me olvidaba ¿tú crees en Dios o qué? Grandes artistas han escrito bibliotecas enteras, llenado pinacotecas y rodado filmografías sobre el tema y tú me lo dejas caer al final de una carta en que hablas de Balay, coches voladores y barbacoas. ¿Qué se supone que debería responder a esto?
Creo que sí (aunque debería desarrollarlo más).
P.D.: Te dejo a deber un desarrollo más exhaustivo de mi creencia en Dios y un sueño que ya llevaba acumulado de una carta anterior.
(1) Es inglés. Si no lo sabes búscalo en www.wordreference.com no seas "big eggs".